


Una historia de amor, nostalgia y esperanza que trasciende fronteras.
A sus 101 años, Cleotilde Rodríguez Ramos vivirá uno de los momentos más esperados de su vida: reencontrarse con sus hijas, nietos y bisnietos en Estados Unidos, varios de los cuales no ha tenido la dicha de conocer en persona. La aprobación de su visa para viajar a Nuevo México se convirtió en una noticia que ha tocado corazones, no solo de su familia, sino de toda una comunidad que celebra este emotivo reencuentro.
“Yo los extraño mucho y me hace mucha falta tenerlos ahí en mi casa”, expresó conmovida doña Cleotilde al conocer que su trámite fue aprobado. Sus hijas migraron hace años en busca de mejores oportunidades y hoy trabajan en hogares estadounidenses haciendo labores domésticas.
Aunque el paso del tiempo ha sido inevitable, las ganas de abrazar a su familia han permanecido intactas. “Sentí mi corazón muy grande de gusto. Ojalá Dios nos dé licencia, aunque sea por última vez”, dijo entre lágrimas. Tiene dos hijas, seis nietos y quince bisnietos. Incluso un tataranieto, a quien sueña con conocer.
Será el próximo 15 de agosto cuando doña Cleotilde viaje, acompañada por su hijo Rogelio Echevarría Rodríguez. “Es una cosa bonita, porque vamos a tener la oportunidad de ver a nuestras familias ausentes”, dijo él con emoción.
Su nuera, Martha Reyes Monroy, compartió que doña Cleotilde sigue con la esperanza intacta: “Dice que no es tarde para ir a conocer. Lo que no hizo de joven lo está haciendo ahora”.
Una historia que nos recuerda que nunca es tarde para los abrazos que le hacen falta al alma. Y que el amor familiar, sin importar la distancia ni la edad, siempre encuentra la forma de reencontrarse.


