

De la Redacción
EL BUEN TONO
Córdoba, Ver.- A un año del reingreso de los locatarios al Mercado Revolución, la falta de energía eléctrica y el incumplimiento de compromisos por parte del ayuntamiento han convertido el espacio en un símbolo de abandono institucional: Un laberinto de cables improvisados y autoridades indiferentes.
Mientras los comerciantes ocupan hoy sus locales, sin luz ni apoyo para construir la losa prometida, el riesgo de accidentes por la maraña de cables improvisados crece ante la inacción de Protección Civil.
Elías Castro, presidente del comité de afectados, relata que, ante la falta de respuestas, tuvieron que gestionar directamente con la CFE instalaciones eléctricas provisionales: “Nos dejaron solos. Los cables son un parche peligroso, pero sin opciones: O vendemos a oscuras o arriesgamos”.
Según datos del comité, al menos 120 locatarios, 60 por ciento (%) del total, dependen de estas conexiones precarias, exponiéndose a incendios por sobrecalentamiento en temporada de calor o electrocuciones en lluvias.
