*Señala activista que el blindaje no es eterno
De la redacción
EL BUEN TONO
Córdoba, Ver.- Aunque el fuero constitucional fue creado para proteger la función pública y no al funcionario, en la práctica ha sido convertido en un escudo de impunidad por exalcaldes y actuales presidentes municipales, quienes durante su encargo evaden investigaciones, denuncias y exigencias ciudadanas. Manuel Molina Gómez, presidente del Centro de Investigación, Difusión e Implementación sobre Asociaciones Civiles (CIDIAC), recordó que los regidores no cuentan con fuero, y que el mismo se extingue al terminar el cargo, aunque muchos lo sigan utilizando como chantaje político o barrera legal.
El activista recordó que entre los exalcaldes que abusaron de su fuero mientras estuvieron en funciones destacan Leticia López Landero en Córdoba, señalada por desvío de recursos, aviadores y contratos amañados; Igor Rojí López en Orizaba, hoy secretario estatal de Turismo, quien dejó obras inconclusas y denuncias por adjudicaciones irregulares; Israel Pérez Villegas en Ixhuatlancillo, vinculado a nepotismo y uso indebido de recursos; y Guillermo Mejía Peralta en Nogales, cuya administración estuvo marcada por opacidad y privilegios para familiares.
Abundó que no son casos del pasado únicamente. Hoy en día, varios presidentes municipales en funciones también se esconden tras el fuero para evitar enfrentar denuncias por corrupción, desvío de fondos y falta de obra pública. En Córdoba, Juan Martínez Flores acumula señalamientos por la opacidad en Hidrosistema y contratos otorgados sin transparencia.
En Fortín, Gerardo Rosales Victoria ha sido acusado de despidos arbitrarios, uso electoral de recursos y simulación de obras. Ricardo Pérez García en Río Blanco enfrenta reclamos por la falta de servicios y manejo discrecional del presupuesto. Y en Amatlán, Luis Arturo Figueroa Vargas ha sido cuestionado por tener en el abandono caminos rurales mientras gasta recursos en festivales y promoción personal.
