De la Redacción
El Buen Tono
Nogales.- La Policía Municipal de Nogales volvió a exhibir su conducta autoritaria y violenta durante el evento Laguna Iluminada 2025, cuando elementos policiacos agredieron de manera injustificada a jóvenes asistentes, empujando y golpeando incluso a menores de edad. El video que circula en redes sociales evidencia un abuso de poder inaceptable que genera indignación y rechazo generalizado.
No se trata de un hecho aislado, sino de un patrón de violencia y prepotencia que ha sido denunciado por vecinos desde hace años, sin que las autoridades municipales actúen para frenar el problema. La ausencia de una postura oficial y la falta de sanciones solo alimentan la impunidad y la percepción de que la policía está por encima de la ley. La ciudadanía está cansada y alerta. Organizaciones y activistas advierten que mientras no se reformen los protocolos, capacite adecuadamente a los agentes y se implemente una supervisión real, estos abusos seguirán ocurriendo, poniendo en riesgo a la población a la que deberían proteger.
El caso de Nogales es un ejemplo claro de cómo la autoridad puede convertirse en amenaza. La pregunta que queda en el aire es inquietante y urgente: ¿quién defiende a la gente cuando los encargados de hacerlo son quienes violentan sus derechos?


