De La Redacción
El Buen Tono
Córdoba.- Tras el despido injustificado del profesor de tenis, Sergio de la Cajiga, salieron a la luz múltiples denuncias que apuntan a que no se trata de un caso aislado, sino de un patrón recurrente de coerción, amenazas e intimidación contra empleados del Club Campestre Cordobés.
De acuerdo con testimonios de ex trabajadores, el Consejo Administrativo (integrado por miembros de la familia Becerra, Adrián Delgado y otros personajes de la llamada “sociedad” cordobesa) ha recurrido en varias ocasiones a prácticas irregulares para forzar la salida de empleados. Estas incluyen el uso de abogados externos que presionan al personal para firmar renuncias y aceptar liquidaciones bajo condiciones desfavorables, dejándolos sin la posibilidad de defender sus derechos laborales.
Ex empleados como David “N”, Carlos “N”, Jesús “N”, Nuria “N”, Paul “N” y Juan “N” aseguran haber sido víctimas de este mismo modus operandi.
La situación ha generado fuertes cuestionamientos entre socios, quienes lamentan que, aún cuando se trata de un club social que presume reunir a familias y ser un espacio de recreación, se permitan este tipo de abusos laborales. Aseguran que, si así tratan a sus trabajadores en un espacio de esparcimiento, ¿qué clase de prácticas se toleran en sus propias empresas?
La falta de intervención por parte de las autoridades laborales también es preocupante, ya que deja en total indefensión a quienes han servido durante años a la comunidad del club.
La forma en que el Consejo Administrativo está actuando ha puesto en entredicho la reputación de la institución y de sus socios, quienes, al guardar silencio, permiten que estas acciones empañen la imagen de un club con años de tradición en Córdoba.
