Efraín Hernández
El Buen Tono
La oficina de Bienestar en la zona centro vuelve a quedar exhibida como foco de corrupción debido al manejo que realiza Óscar Carmona Oropeza, a quien trabajadores señalan como el responsable de mantener una red de aviadores que cobra sin pisar territorio, utilizando la dependencia federal como botín personal y refugio de incondicionales.

Dentro de esa estructura inflada aparece María del Rayo Bernardette Hernández Serrano, quien permanece activa en la nómina del periodo 1 al 15 de octubre de 2025, registrada como Enlace Servidor de la Nación, con un salario bruto de 14 mil 270 pesos y un neto de 11 mil 416 pesos, pese a que —según empleados— lleva meses desaparecida. Aun así, el sistema marca que sigue cobrando puntualmente, sin realizar una sola actividad.
La abogada, originaria de Orizaba, tenía asignada la coordinación de las mesas de seguridad en Córdoba, pero dejó de presentarse sin que Carmona Oropeza ordenara su baja, lo que empleados describen como una práctica habitual en la oficina regional: proteger a su círculo cercano mientras se simula trabajo en territorio.
Integrantes del propio programa aseguran que Carmona Oropeza ha convertido la delegación en un refugio de amigos y aliados políticos, respaldado por su relación con el senador Manuel Huerta y el delegado federal de los programas sociales Juan Javier Gómez Cazarín, quienes lo mantienen intocable a pesar de los múltiples señalamientos internos. Bajo esa sombra política —afirman los trabajadores— se permitió que proliferaran perfiles que únicamente aparecen en listas de asistencia pero nunca en comunidades.


