Una escena conmovedora e inesperada se vivió en el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro de la Ciudad de México, donde una adolescente de tan solo 13 años dio a luz con apoyo de policías y personal de Protección Civil. El insólito hecho ocurrió en plena estación Deportivo 18 de Marzo, de la Línea 6, demostrando que incluso en el caos urbano, la vida encuentra su camino.
Todo comenzó con un grito de auxilio
La joven, con ocho meses de embarazo, comenzó a tener fuertes contracciones mientras se encontraba junto a su madre, de 30 años, en los andenes de la estación ubicada en Insurgentes Norte y Ricarte, en la alcaldía Gustavo A. Madero. De inmediato, elementos de la Policía Auxiliar que realizaban un recorrido de seguridad fueron alertados y actuaron con rapidez.
La estación se convirtió en sala de parto
Los oficiales trasladaron a la adolescente a la oficina del jefe de estación, donde, ante la inminencia del parto, adaptaron el espacio para asistirla. Con el apoyo del personal de Protección Civil del Metro, la joven trajo al mundo a una niña en un momento lleno de tensión, pero también de solidaridad y esperanza.
Una vez nacida, la bebé fue limpiada, arropada y entregada a su madre en una escena que conmovió a todos los presentes. Minutos después, paramédicos arribaron al lugar para confirmar que se trató de un “parto fortuito” y trasladaron a ambas al hospital más cercano para su evaluación médica.
Protocolos que salvan vidas
Este evento pone en relieve los protocolos de emergencia establecidos por el STC Metro en casos de parto dentro de sus instalaciones. Gracias a la intervención oportuna de los elementos de la Policía Auxiliar, personal de Protección Civil y la coordinación con servicios de emergencia, se logró proteger la vida de la madre y la recién nacida.
El protocolo incluye:
- Atención inmediata y traslado a zona segura.
- Apoyo al parto por parte del personal capacitado.
- Evaluación médica postparto y traslado hospitalario.
- Coordinación con el C5 para asistencia médica especializada.
Este nacimiento, en medio de una rutina citadina que parecía normal, recuerda que la vida puede sorprendernos en cualquier momento y lugar. Hoy, el Metro de la Ciudad de México no solo fue un medio de transporte, sino el escenario del primer aliento de una nueva ciudadana.
