De la redacción
El Buen Tono
Ciudad de México.- Fernanda, una joven de 15 años, enfrenta graves secuelas tras someterse a una operación estética de nariz que le regalaron sus padres por su cumpleaños. La intervención, realizada en el hospital Maxmedic Río San Joaquín, derivó en un derrame cerebral que le impide mover la parte derecha de su cuerpo.
El caso, dado a conocer por el periodista Carlos Jiménez, ocurrió en la alcaldía Miguel Hidalgo. La clínica Sequeiros Beauty, ubicada frente al domicilio de la joven, contaba con sellos de clausura del Instituto de Verificación Administrativa (Invea) y la Fiscalía General de Justicia (FGJ) por irregularidades previas.
Fernanda y sus padres fueron atendidos por el médico Carlos Ortigoza Sequeiros y su novia, Yazmín Martínez, quien se hace pasar por anestesióloga. Según la madre, Anahí Ramos, la pareja mostró videos de otros menores que habían pasado por procedimientos similares para convencerlos de la operación.
La intervención duró unas tres horas y, aunque inicialmente parecía exitosa, Fernanda presentó complicaciones graves. “Ven a ver a mi hija porque no despierta, no habla, no se movía, pero nos dijeron que teníamos que llevarnos a la niña aunque estuviera inconsciente”, relató la madre. Al día siguiente, tras recibir un alta prematura, la joven presentó vómitos con sangre.
A pesar de que los padres solicitaron que los médicos revisaran a su hija, ambos se negaron a acudir, incluso estando a unas cuadras de distancia. La familia llevó a Fernanda al Hospital General, donde le diagnosticaron un infarto cerebral, posiblemente por la obstrucción de una arteria que conecta la nariz con el cerebro.
Actualmente, Fernanda continúa su recuperación en casa, recibiendo terapia física para recuperar la movilidad y medicamentos para disolver coágulos y prevenir convulsiones. El caso deja en evidencia la negligencia de los responsables y la urgencia de reforzar la supervisión de clínicas estéticas.


