Tipificado como el primer producto del restablecido Pacto por México que, sin la participación ahora de Acción Nacional, tiene al PRI y al PRD como sus únicos signatarios, la Ley General de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, aprobada por el Senado la pasada semana, abrió ya un innecesario frente de debate entre el gobierno y la Iglesia, así como con un sinnúmero de organizaciones sociales que, no sin razón, exigen retirar de su texto “los inexistentes derechos sexuales y reproductivos” del menor.
Efectivamente, ante el inminente inicio del proceso de discusión y sanción del referido ordenamiento, una nutrida representación de organizaciones ciudadanas hicieron acto de presencia en San Lázaro para, amén de dejar en claro que “legislar no es un acto de creatividad o ingenio”, explicitar que no existe en nuestra legislación ni en tratado internacional alguno, signado o no por México, referencia a tales “derechos” por lo que el texto aprobado por priistas y perredistas en la Cámara alta es no sólo inconstitucional sino, en sí mismo, un riesgo para la niñez y juventud mexicanas.
Ahí mismo, dirigentes de organizaciones tales como la Comisión Mexicana de Derechos Humanos (CMDH), la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF), Red Familia, Sexo Seguro, Juntos por México, ComFamilia y Alianza de Maestros, entre otras, externaron su convicción de que “siendo buena” en su origen, la iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto “fue adulterada…” por senadores más atentos a atender las recomendaciones (¿mandatos?) de la Internacional Socialista —que bajo la copresidencia del tricolor César Camacho y del amarillo Jesús Zambrano recién sesionó en nuestro país— que al superior interés de niños y jóvenes o, incluso, de sus padres, primeros depositarios de la patria potestad de los mismos.
Avanzar desde las actuales posiciones y a través de la cuestionada propuesta de nueva legislación hacia un escenario donde la recurrencia del niño y joven a derechos inexistentes —en el ámbito sexual y reproductivo, particularmente—, al aborto, incluso, tendrá, sin duda alguna, consecuencias impredecibles en el ámbito familiar, social y nacional.
Aún es tiempo de evitarlo…
Asteriscos
* Será en su primera sesión de trabajo, programada para el 18 de noviembre, cuando el titular de Pemex, Emilio Lozoya, presente el proyecto de reestructuración de la más importante empresa pública, para cumplir con los objetivos planeados en su proceso de transformación. Ello se acordó ayer, en el marco de la sesión constitutiva de su nuevo consejo que presidió Pedro Joaquín Coldwell, de Energía, a la que asistieron, por el gobierno: los secretarios Luis Videgaray (Hacienda), Ildefonso Guajardo (Economía), Juan J. Guerra Abud (Medio Ambiente) y la subsecretaria de Hidrocarburos María de Lourdes Melgar Palacios, así como los “independientes”: Alberto Tiburcio Celorio, Octavio F. Pastrana, Jorge Borja Navarrete, Jaime Lomelín y Carlos Elizondo Mayer-Serra.
