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AÍza quiere regresar  al ayuntamiento

Superiberia

Córdoba.-  Protegido en su momento por dos de los gobernadores más corruptos de Veracruz y Quintana Roo, Fidel Herrera Beltrán y Roberto Borge Angulo, respectivamente, y también tolerado en sus tropelías por alcaldes de extracción panista y perredista, Jesús Aíza Kaluf arrastra uno de los currículos criminales más abultados que se hayan conocido. Aún así, hoy está alquilado como operador del candidato del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) a la Alcaldía, Juan Martínez Flores.

 El oscuro expolicía se presta a la “guerra sucia” contra la candidata de Acción Nacional, Lety López Landero, la puntera en la intención del voto. Y en el equipo de campaña del morenista Martínez Flores, se juntaron “el hambre” y “la necesidad”, pues Aíza trabaja de la mano de Raúl Arróniz, uno de los propietarios de el Coludido de Córdoba y cuya familia está resentida, pues su hermana, Marisol Arróniz, fracasó en dos ocasiones que intentó ser candidata de ese instituto político.

 Hace tiempo que los Arróniz quieren hacerse de un cargo de elección popular y tienen que recular, ante el rechazo de ciudadanos y los mismos dirigentes partidistas. En el 2016, Marisol intentó buscar la candidatura a la Diputación Local y en este año a la Alcaldía, pero en ninguna de las dos ocasiones llegó siquiera a la postulación. Marisol Arróniz es la precandidata perdedora a todo. Ahora, estos vivos “ven el burro y se les antoja viaje”. El burro se llama Juan Martínez Flores, abanderado de Morena.

 Por medio de él quieren regresar a los tiempos en que controlaban el Ayuntamiento, se adueñaban del presupuesto y hasta mandaban a colocar estatuas de sus familiares en el parque 21 de Mayo. El otro conducto para hacerlo es todavía más apestoso y se llama Jesús Aíza Kaluf, uno de los personajes más oscuros en materia de seguridad pública y que hace años estuvo como jefe de la Policía municipal de Córdoba. Hoy en mancuerna con los Arróniz, Jesús Aíza quiere regresar al Ayuntamiento con Juan Martínez. Quiere volver por sus fueros para hacer de las suyas.

 Aíza Kaluf ha sido acusado desde el año 2000 por delitos como: abuso de autoridad, corrupción, tortura, fabricación de delitos, tráfico de indocumentados, robo, malversación de fondos públicos, detenciones ilegales y acoso sexual, sin contar las imputaciones vox populi de haber puesto las corporaciones policiacas que ha dirigido, al servicio del crimen organizado. Aíza es toda una “bestia negra” de la corrupción uniformada. O sea, lo peor entre lo peor.

 

Un sirio con negro historial

Los cordobeses recuerdan que en el 2002 fue inspector general de la Policía Preventiva Municipal, durante el Gobierno de Hugo Fernández Bernal y fue señalado de cometer desmanes, entre ellos el acoso sexual contra mujeres policías, por lo que en el 2002 fue denunciado y los elementos de la corporación hicieron un “paro de brazos caídos”.

Pese a esos señalamientos, Fernández Bernal lo sostuvo poco más de un año, pero en septiembre de 2013 lo tuvo que despedir por el escándalo de no pasar los exámenes antidoping.

 El 20 por ciento de los policías municipales era adicto en consumo pleno, a la vez que seguían en activo bajo las órdenes de Aíza Kaluf, quien los protegía y la “leyenda negra” cuenta que hasta compartía el hábito. Una vez echado del Ayuntamiento se incorporó a la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, tan pronto llegó Fidel Herrera Beltrán a la Gubernatura.  

 Siendo Delegado regional en Fortín de las Flores, se le acusó de operar en todo el corredor central junto con organizaciones dedicadas al tráfico de indocumentados, desde Córdoba hasta el Valle de Orizaba. También fue señalado de participar en negocios ligados a los centros penitenciarios y en el 2008 fue apercibido por el entonces secretario de Seguridad Pública, Juan Manuel Orozco, pues le mintió en torno a la evasión de un reo en Córdoba. 

En marzo de 2009, sintiéndose protegido por Fidel Herrera, al delegado Aíza se le hizo fácil “fabricar” un secuestro para involucrar a cuatro personas: Eufemia Abundio Moreno, Álvaro Álvarez Núñez, Ricardo Meza Fuentes y Jesús Ángel Andrade, quienes fueron detenidos por el presunto plagio de Jaime Gerardo Salazar Santos, un contratista de Petróleos Mexicanos (Pemex) y socio de Aíza en varios negocios turbios.

 Ambos, Aíza y Salazar, pretendieron utilizar la historia del secuestro para “lavar” 2 millones de pesos, disfrazados del pago de un rescate y para ello no repararon en involucrar a personas inocentes. Los acusados levantaron la querella 162/09/ ante el Ministerio Público de Orizaba, además de interponer una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

 Cinco meses más tarde, el 4 de julio de 2009, efectivos de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) catearon la residencia de Salazar Santos, en el contexto de una investigación por fraude y lavado de dinero. También, un año más tarde, en abril de 2010, un Juez Federal ordenó la liberación de los supuestos secuestradores de Salazar, pues se trató de gente inocente que utilizaron para fingir el plagio del contratista, quien supuestamente había sido liberado tras pagar 2 millones de pesos.  En agosto de 2009, Aíza fue denunciado por abuso de autoridad por dos policías subordinados suyos, a quienes obligó a declararse culpables de 18 asaltos. Ellos son los hermanos Felipe y Simón Campos García, quienes acusaron a Aíza de obligarlos a mentir para involucrar a un comandante de nombre Hipólito Sánchez Monterrosa, a quien quería sacar de la corporación por medio de falso testimonio.

 

Amparado en Cancún

Una vez terminado el sexenio de Herrera Beltrán, el sirio Aíza Kaluf emigró al Caribe, y en julio de 2011 fue nombrado director de la Policía Municipal en Benito Juárez (Cancún) por el alcalde perredista Julián Ricalde Magaña. Tal nombramiento encendió las alarmas en la Península, por los antecedentes que arrastraba ese personaje en la Policía veracruzana.

El columnista Carlos Cantón Zetina, tituló su colaboración del 28 de julio de ese año: ¡”Un hampón como nuevo jefe de la policía en Cancún”!

 A Aíza lo recomendó para ese puesto otro policía veracruzano, Armando Álvarez Morales, también con cuestionamientos de antecedentes penales, y que se había desempeñado como encargado de esa área. En Cancún, Aíza Kaluf volvió a las andadas, pues junto con sus policías se le involucró en varios negocios oscuros, tráfico de influencias, abuso de autoridad y nexos con la delincuencia organizada. En la popular discoteca Dubai, Aíza y sus policías detuvieron y golpearon al empresario Julio César Carreño, a quien le robaron 21 mil dólares y un reloj Rolex. Una vez con el detenido en su poder y conociendo sus datos personales, los mismos policías allanaron el domicilio de Carreño para robar armas, joyas y dinero en efectivo. También se le acusó de robos a turistas extranjeros y de permitir el tráfico de estupefacientes, la prostitución y otros ilícitos en las zonas costeras.

 En octubre de 2012, el general Anastasio García Rodríguez, comandante de la 34 Zona Militar, presentó una denuncia ante la Procuraduría General de la República (PGR) porque la mayoría de los 900 efectivos de la Policía Municipal de Cancún, a cargo de Aíza Kaluf, no aprobaron el examen antidoping y además, estaban en las nóminas del crimen organizado, es decir, cobraban sobornos de los cárteles del narcotráfico.

 Dicha denuncia se adicionó con otras dos que abrió la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido) contra 15 elementos de la corporación municipal, entre ellos el propio Aíza Kaluf.

 El cordobés se mantuvo al frente de la Policía cancunense, pero con un amparo bajo el brazo, el número 103/2013 tramitado en el Juzgado Tercero de Distrito para no ser detenido, pues se le investigaba por abuso de autoridad, tráfico de influencias, malversación de fondos y nexos con el crimen organizado. Según las regidoras Lorena Martínez Bellos y Sara Vázquez, el responsable de la Policía Municipal habría desviado 50 millones de pesos del Fondo para la Seguridad Pública Municipal (Subsemun).

 

Con sus “amigos” de Morena

“Son mis amigos: Juan Martínez es mi amigo. Mi amistad con los Arróniz es de muchos años atrás; Raúl (Arróniz) es mi amigo y no tengo por qué negarlo”, declaró el oscuro Jesús Aíza, en respuesta a una información publicada en esta casa editorial, El Buen Tono, sobre reuniones subrepticias organizadas por el propio Aíza Kaluf en su domicilio con operadores del PRI y el candidato Juan Martínez, de Morena, y personas allegadas a el Coludido de Córdoba, como parte de la operación para atacar mediáticamente a la candidata del blanquiazul, Leticia López Landero.

 Se ofendió el sirio Aíza con la verdad ventilada y hasta retó públicamente a golpes al empresario José Abella, quien, por supuesto, no se iba a ensuciar las manos respondiendo al desafío de un impresentable. Sin embargo, a sus “amigos”, entre ellos el candidato de Morena, Juan Martínez Flores, no les importa darse el “quemón” de juntarse con el exjefe policiaco e incluso, llevarlo nuevamente al Ayuntamiento, si gana las elecciones del 4 de junio.

 Pese a  toda la cola que arrastra, Aíza Kaluf es hoy el operador estrella de la campaña de Juan Martínez, con él pretenden hacer realidad eso del “cambio verdadero”. Aíza y los Arróniz están trepados a la campaña de Morena esperando que gane Martínez Flores y regresen aquellos tiempos de abundancia y de cometer delitos y toda clase de atropellos, sin que nadie los llame a cuentas. Ellos urgen disponer de las partidas presupuestales y de la Policía municipal, que se va a crear, para volver a hacer de las suyas.

 

¿Sabrá Andrés Manuel López Obrador la “fichota” que Juan Martínez tiene de operador de su campaña?

Luego por qué ventanean a El Peje  por tener personajes oscuros en Morena, y en este caso de Córdoba, al recibir corruptos, coludidos y hasta involucrados con el crimen organizado, como los encargados de la estrategia electoral de su candidato a la alcaldía.

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