El oscuro panorama de la violencia en México se acentúa con la escalofriante cifra de 171,513 homicidios dolosos registrados durante el actual sexenio de Andrés Manuel López Obrador. A lo largo de los 60 meses de su administración, se ha mantenido una perturbadora tendencia al alza en la incidencia de homicidios, desafiando las expectativas y esfumando las esperanzas de un cambio significativo en la seguridad nacional.
Octubre de 2020, con 3,347 homicidios dolosos, se destaca como el mes más letal, mientras que octubre de 2023, con 2,157 eventos, representa el más bajo en el registro. Aunque la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana destaca una ligera disminución del 0.4% en los asesinatos durante el sexenio actual, la realidad revela una situación preocupante y desafiante.
Comparativamente, durante el mismo periodo de los gobiernos anteriores, el expresidente Felipe Calderón registró 94,400 asesinatos, y el expresidente Vicente Fox documentó 49,796. Estas cifras, lejos de ofrecer consuelo, subrayan la persistencia de la crisis de seguridad en el país, planteando preguntas cruciales sobre la eficacia de las estrategias gubernamentales y la necesidad urgente de abordar las raíces del problema.
