De la Redacción
El Buen Tono
Córdoba.- En la administración municipal de Córdoba, encabezada por Juan Martínez Flores, el gasto público se ha canalizado para beneficiar a integrantes de su familia, parejas sentimentales, ex parejas, compadres y personas allegadas, quienes ocupan cargos en distintas áreas del ayuntamiento y organismos descentralizados, con sueldos que representan millones de pesos anuales para el erario.
Su hija, Lizzette Martínez, sin contar con nombramiento oficial, funge como presidenta del DIF, donde maneja una nómina de más de 2.8 mdp mensuales. En esa institución también labora Margarita Velázquez Martínez, prima del alcalde, como “subdirectora”, cargo que no existía en administraciones anteriores; su hermana, Balbina Velázquez, fue incorporada como cocinera en el programa “Nuestras Raíces”, donde además cobra por vender alimentos a personas adultas mayores.
En el Comude, el control recae en Jessica Martínez, la otra hija del presidente y su esposo, ella se adjudicó una cafetería construida con recursos públicos en el complejo deportivo El Mexicano, sin que exista licitación pública ni contrato visible.
La estructura familiar se extiende a Aydee Pérez Cortés, pareja sentimental del alcalde, quien percibe un salario de 60 mil 403 pesos mensuales y tiene bajo su control las finanzas del ayuntamiento. A través del DIF colocó a su sobrina Rosa del Carmen Monterrosas con sueldo de 18 mil 537 pesos, a su hermano Gustavo Monterrosas en Hidrosistema con 19 mil 174 pesos, y a Brenda Amador en Compras, donde tiene acceso directo a procesos de adquisición.
