

De la Redacción
El Buen Tono
Amatlán.- En un hecho que generó cuestionamientos legales, el alcalde, Luis Arturo Figueroa Vargas, aparece públicamente respaldando la campaña de su esposa, Daniela Alfaro Canseco, candidata del Partido del Trabajo (PT), para sucederlo en el cargo.
La situación evidencia un potencial conflicto de intereses, pero también ocasionó sospechas por el uso de recursos públicos en actividades proselitistas, una práctica prohibida por la ley electoral.
De acuerdo con testigos, la campaña de Alfaro Canseco cuenta con dos autobuses para movilizar a simpatizantes, uno rentado y otro del ayuntamiento.
Este último, destinado al servicio de la administración pública, lo desviaron para apoyar los recorridos de la abanderada, lo que viola el principio de imparcialidad que debe regir el uso de bienes públicos.
Además, se reportó que Figueroa Vargas ordenó el envío de sueros de reconocida marca a empleados municipales y otros que acompañan a su esposa en actos políticos, una acción que se interpreta como presión laboral o compra de apoyos.
La cercanía entre el mandatario saliente y su sucesora potencial provocó malestar ciudadano y partidista.
“Es preocupante que se utilicen autobuses y recursos que pagamos los ciudadanos para beneficiar a una candidata. Esto no es competencia leal”, denunció un funcionario.
Figueroa y Alfaro podrían enfrentar sanciones que van desde multas hasta la cancelación de la candidatura.
