

Efraín Hernández
El Buen Tono
Fortín.- Hundido en el descrédito y con su administración al borde del colapso, el alcalde Gerardo Rosales Victoria recurrió a impugnaciones ridículas e improcedentes, con la esperanza de revertir los resultados de una elección que perdió en las urnas, y también en la dignidad.
El abogado y experto en materia electoral, Juan Carlos Fernández Zulueta, manifestó lo anterior, y consideró que el recurso que promovió el candidato perdedor, Eduardo Alonso García Viveros, está jurídicamente muerto.
Añadió que también revela el nivel de desesperación del presidente municipal por los favores que debe pagar y los escándalos de corrupción que podrían estallarle en cuanto abandone el poder en diciembre.
Errores
Subrayó que tras revisar el expediente TEV-JDC-136/2025 del Tribunal Electoral de Veracruz, la impugnación que presentaron está plagada de errores elementales, como la inclusión de personas sin ningún interés jurídico como supuestos “terceros interesados” en el juicio que se sigue.
Entre ellos mencionó a José Hernández, Vicente Martínez López, María Oyuki Ocote Medina, José Antonio Ruiz Arteaga y Verónica de la Luz Ramos Enciso.
“Lo chamaquearon. Es un recurso mal hecho, sin lógica legal, y con una estructura que revela desconocimiento del tema electoral. El edil y su gente fueron timados por abogados improvisados”, sostuvo el especialista.
Afirmó que la intención de Rosales Victoria de anular la elección municipal carece de sustento alguno, es sólo ambición y miedo.
El alcalde electo, Alfonso “Piccolo” Delfín Marín, acreditó legalmente su residencia mediante constancia firmada por el secretario del ayuntamiento, Osmar Eduardo Martínez Vázquez, y se registró de manera válida ante el OPLE.
Además, la ley establece que sólo el segundo lugar puede impugnar el resultado, dejando fuera de toda posibilidad a partidos como PRI, PAN o PT, cuyos alegatos carecen de legitimidad, y fueron presentados fuera de tiempo.
“Rosales actúa con torpeza infantil. Pretende ocultar su miedo a lo que viene, porque sabe que, una vez que entregue el poder, ya no podrá tapar todos los escándalos de corrupción y desvío de recursos que arrastra su administración”, precisó.
Añadió que se encuentra atrapado entre los favores que prometió y el temor a que todo se le venga abajo.
El berrinche electoral del edil y su delfín político perdedor confirma su derrota y los exhibe como un par de oportunistas aferrados al poder.
