Calcahualco, Ver.– El Ayuntamiento de Calcahualco asegura que “no hay empresas de medio o alto riesgo” que requieran Programas Internos de Protección Civil (PIPC). Sin embargo, la memoria colectiva aún recuerda el estruendo de la explosión de un tanque de gas que pudo ser prevenido con protocolos claros y brigadas capacitadas.
La administración de la alcaldesa Guadalupe Rosas Carrillo insiste en negar lo evidente: la falta de supervisión y la opacidad en materia de protección civil han sido una constante en su gestión.
A través de una respuesta oficial a una solicitud de acceso a la información, la Unidad de Transparencia del municipio afirmó que no existe registro alguno de empresas que deban contar con un PIPC actualizado, ni capacitación reciente en la materia. La misma dependencia admitió que “no hay en espera ninguna” empresa por regularizar su situación. La justificación es simple: según el gobierno municipal, no existen negocios de riesgo en la zona.
Pero la realidad es otra. La explosión de un tanque de gas en años anteriores, cuyas causas nunca fueron fully aclaradas, y las denuncias por encubrimiento a la empresa talamontes que operaba en la región, pintan un escenario distinto. Mientras la alcaldesa aparecía en fotos simbólicas con árboles y palas, sus oficinas ignoraban la urgencia de conformar brigadas de protección civil en empresas que manejan materiales peligrosos, almacenan gas o realizan actividades de alto impacto.
