

Agencia
Ciudad de México.- Una zona de baja presión ubicada frente a las costas del Pacífico mexicano mantiene un 80% de probabilidad de evolucionar a ciclón tropical en los próximos siete días, de acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN). El sistema, que actualmente se encuentra a 505 kilómetros al sur-sureste de Bahías de Huatulco, Oaxaca, avanza hacia el oeste a 16 km/h y ya comienza a generar condiciones de riesgo para la población.
Las autoridades han emitido una alerta preventiva para los estados de Oaxaca, Guerrero y Michoacán, donde se esperan lluvias intensas, vientos fuertes y oleaje elevado durante el fin de semana. Aunque en las próximas 48 horas la probabilidad de desarrollo ciclónico es apenas del 10%, el pronóstico a mediano plazo indica una alta posibilidad de evolución.
Los efectos más inmediatos serán chubascos y tormentas con descargas eléctricas y rachas de viento de entre 30 y 50 km/h, especialmente en regiones de Guerrero como Acapulco, Costa Chica, Costa Grande, Tierra Caliente, Centro, Norte y La Montaña.
El mar de fondo también se mantiene activo, generando olas de hasta 2.7 metros de altura en las costas del Pacífico, lo que representa un peligro tanto para embarcaciones menores como para actividades recreativas en playa.
El SMN y autoridades de Protección Civil han advertido que estas condiciones podrían ocasionar inundaciones, encharcamientos, deslaves y caída de árboles o estructuras ligeras, por lo que se pide a la población mantenerse informada a través de medios oficiales y atender todas las recomendaciones.
¿Por qué se generan tantos ciclones en el Pacífico mexicano?
La región del Pacífico mexicano es una de las más activas del planeta en cuanto a formación de ciclones tropicales, solo superada por el Pacífico noroccidental. Esta alta frecuencia se debe a una combinación de factores:
- Temperaturas oceánicas elevadas, superiores a los 26.5 °C, que proporcionan la energía necesaria para la formación de tormentas tropicales.
- La Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT), una franja de baja presión que se desplaza hacia el norte en verano, propicia el desarrollo de sistemas inestables.
- Baja cizalladura del viento, que permite la organización vertical de los ciclones sin que se desintegren.
- Corrientes marinas cálidas y humedad atmosférica abundante, que refuerzan las condiciones propicias para huracanes.
- Ondas tropicales provenientes del Atlántico, que tras cruzar Centroamérica pueden reactivarse en el Pacífico.
- Fenómenos como El Niño o La Niña, que influyen directamente en la frecuencia e intensidad de los sistemas tropicales en la región.
La temporada de huracanes en el Pacífico oriental se extiende del 15 de mayo al 30 de noviembre, por lo que el monitoreo constante será clave en las próximas semanas para prevenir mayores riesgos.
