Laura A. García
El Buen Tono
Amatlán.- Mientras el termómetro supera los 35 grados centígrados, las familias de la cabecera municipal registran una crisis sin precedentes, que es la falta de agua potable en sus viviendas.
Colonias como La Concordia, Ermita, Quimiapa, Desviación, entre otras suman de dos a cinco días sin recibir el vital líquido, ante la omisión, que también es corrupción, del gobierno municipal, que encabeza todavía Luis Arturo Figueroa Vargas.
“Hasta ahora, carecemos de explicación clara del problema y de las soluciones inmediatas”, expresaron afectados.
Denunciaron que, en los últimos días, el suministro es escaso o nulo. En algunos casos, el servicio sólo llega por media hora, tiempo insuficiente para almacenar lo necesario para consumo y aseo.
“No tenemos ni para consumo, mucho menos para bañarnos o limpiar la casa. Las autoridades guardan silencio y ni siquiera mandan a los piperos”, reclamó una habitante de la colonia La Concordia.
A pesar de las múltiples quejas, el ayuntamiento se mantiene sin dar explicaciones de las causas de la falla, ya sea por problemas en la red hidráulica, falta de mantenimiento o alguna otra razón.
Tampoco implementó medidas emergentes, como el envío de pipas de agua a las colonias afectadas.
“Si hay una avería, que lo digan. Recortes, que lo expliquen. Pero el silencio sólo genera más molestia”, critica un habitante de Quimiapa.
La falta de respuesta de la administración de Figueroa Vargas provocó críticas.
Algunos pobladores manifestaron que el problema es recurrente, pero que en esta ocasión la indiferencia es más evidente.
Ante la emergencia, los afectados exigieron un informe público sobre las causas de la interrupción del servicio, cronograma de reparaciones para restablecer el suministro, así como el envío urgente de los piperos a las colonias más afectadas.
Hasta ahora, ni el alcalde ni el director de Servicios Públicos respondieron a las demandas de la población, lo que aumentó el malestar entre la población afectada por la escasez.
Mientras las familias de Amatlán de los Reyes improvisan cubetas, tambos y hasta la compra de agua embotellada para sobrevivir, el alcalde sólo piensa en qué robarse antes de abandonar el Palacio Municipal.
