Un caso insólito ha sacudido a la ciudad de Pilsen, en la República Checa, luego de que una mujer de 88 años, declarada muerta por una médica forense, abriera los ojos dentro del ataúd momentos antes de ser enterrada.
El incidente ocurrió el pasado viernes y ha desatado una investigación penal por negligencia médica. Según reportó el diario Pravo y fue confirmado por autoridades locales, la mujer fue dada por muerta sin que se le realizara un examen físico adecuado.
🔍 ¿Qué fue lo que pasó?
Todo comenzó cuando la pareja de la anciana llamó a los servicios de emergencia tras no lograr despertarla. El caso fue derivado a una empresa forense privada, donde una médica certificó su fallecimiento sin examinarla físicamente.
Fue en la funeraria, cuando el cuerpo ya estaba en el ataúd, que los empleados notaron lo impensado: la mujer abrió los ojos. Inmediatamente solicitaron una ambulancia que la trasladó a un hospital cercano, donde ahora se encuentra estable y bajo observación médica, sin lesiones graves.
⚖️ Médica despedida y bajo investigación
La médica forense responsable fue despedida por la empresa y ahora enfrenta una investigación por negligencia médica, un delito que en la legislación checa puede implicar hasta tres años de prisión.
De acuerdo con la vocera de la policía, se trató de una “grave omisión de los protocolos básicos para la verificación de signos vitales”. Aunque los servicios de emergencia actuaron correctamente, la responsabilidad recae sobre la certificación de defunción emitida sin contacto físico.
📌 Un caso que reabre el debate sobre la atención a adultos mayores
El suceso ha generado conmoción en la sociedad checa y ha vuelto a poner sobre la mesa la necesidad de protocolos más estrictos en la atención a personas de la tercera edad, así como la regulación de empresas privadas que ofrecen servicios forenses.
Por ahora, no se han anunciado sanciones adicionales para la empresa, pero las autoridades advirtieron que el procedimiento fue inadecuado y que se tomarán medidas para evitar que algo similar vuelva a suceder.
La paciente continúa estable y el país aún trata de asimilar una historia que parece sacada de una película… pero que fue absolutamente real.
