


Efraín Hernández
El Buen Tono
Fortín, Ver.- A pesar del veto impuesto por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Comisión de Agua del Estado de Veracruz (CAEV) por la falta de infraestructura hídrica, el presidente municipal Gerardo Rosales Victoria continúa autorizando la construcción de nuevos fraccionamientos en Fortín, sin importar que los actuales padecen un grave desabasto del vital líquido.
No hay autorización federal para dotar de agua potable a más asentamientos, pero el alcalde ha hecho caso omiso a las restricciones legales y técnicas, permitiendo la expansión urbana bajo condiciones que sólo pueden explicarse con corrupción de por medio. La única lógica detrás de estas aprobaciones es que Rosales esté recibiendo dinero a cambio de firmar permisos que comprometen el futuro de la ciudad y de sus habitantes.
El municipio no cuenta con capacidad hidráulica para abastecer a las colonias ya existentes y, aun así, se otorgan licencias a desarrolladores, pasando por alto que ni siquiera se garantiza lo más básico: el acceso al agua. La omisión no es accidental, es deliberada y criminal.

