Washington.— El esperado desembarco de Hillary Clinton en las librerías y programas de mayor audiencia en Estados Unidos tuvo ayer todo el aspecto de un arranque en pos de la silla presidencial en la Casa Blanca.
Las imágenes de Hillary firmando libros de su más reciente obra Decisiones Difíciles, en una conocida librería en la zona de Manhattan, en Nueva York, esquivando con una sonrisa las preguntas de simpatizantes y admiradores sobre si ya había tomado la decisión de contender por la presidencia, fueron la mejor confirmación de que la ex secretaria de Estado emprendió ayer su campaña presidencial.
“Hasta que no diga lo contrario, los medios y analistas no tendremos más remedio que asumir que Hillary Clinton ya arrancó su campaña electoral”, aseguró el analista Brian Stelter en alusión a un evento literario lo más parecido a un episodio de calentamiento antes de saltar al ring de la batalla electoral, aunque ella ha dicho en entrevistas que la decisión la podría tomar hasta el año que entra.
Los republicanos no se quedaron atrás y se lanzaron contra Hillary por su actuación en la tragedia de Bengasi, Libia, en septiembre de 2012, cuando un comando terrorista asesinó al embajador Chris Stevens y tres de sus colaboradores en el Consulado de EU.
“En lo personal, no me han convencido las explicaciones que ha ofrecido Hillary Clinton sobre las fallas sistémicas en el esquema de seguridad del Departamento de Estado que habrían permitido el ataque terrorista contra cuatro ciudadanos de Estados Unidos en Bengasi”, aseguró el líder de la mayoría republicana, John Boehner, al insistir en que Clinton deberá asumir sus responsabilidades y explicarse de nueva cuenta por esta tragedia.
“Si tú eres la secretaria de Estado, tienes que responder por todas y cada una de las decisiones que se toman bajo tu liderazgo”, sentenció en referencia a la posible citación de Clinton ante el comité que investigará el atentado terrorista contra el consulado. El comité fue investido de poderes el 7 de mayo, aunque Hillary señaló en entrevista con la cadena ABC, que aún no decide si comparecerá en caso de ser citada.
En la misma entrevista con ABC, Hillary dijo que cuando su esposo y ella abandonaron la Casa Blanca en enero de 2001 lo hicieron en bancarrota y llenos de deudas, pero ayer, el grupo America Rising, que busca frustrar las aspiraciones presidenciales de Clinton, difundió las imágenes de las dos residencias que los Clinton adquirieron al poco tiempo de dejar la Casa Blanca en Chapaqqua, Nueva York por un total de 1.7 millones de dólares y una en Washington DC por 2.8 millones de dólares.
Las entrevistas concedidas por Hillary, en el marco de su lanzamiento literario, le han permitido no sólo fijar postura, sino distanciarse gradualmente de la imagen de Barack Obama quien hoy sufre a duras penas para mantener sus índices de popularidad por encima del 40%.
En este sentido, Clinton criticó algunos pasajes de la campaña presidencial de Obama en 2008, como cuando le sugirieron a ella atacar a candidata a la vicepresidencia por el Partido Republicano, Sarah Palin. “Les pregunté que por qué motivo? ¿Por ser mujer? Así es que les dije que no. Que ya habría más tiempo y oportunidad para criticarla pero por otras cosas”, dijo Clinton a NBC.
AGENCIAS
