De la redacción
El Buen Tono
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) advirtió deficiencias técnicas y administrativas en los trabajos de rehabilitación de la Línea Z del Tren Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, al documentar falta de evidencia técnica y fallas en los mecanismos de supervisión de obra, según el Informe de la Cuenta Pública 2023.
Las observaciones se concentran en los trabajos de corrección de curvatura y pendiente realizados en el corredor ferroviario que conecta Coatzacoalcos, Veracruz, con Salina Cruz, Oaxaca, un tramo que el propio proyecto había identificado previamente como técnicamente complejo debido a sus condiciones topográficas.
El informe detalla que el tramo donde se registró recientemente el descarrilamiento de un convoy de pasajeros presenta curvas pronunciadas, pendientes considerables y condiciones que dificultan la operación ferroviaria estándar, por lo que requiere protocolos de operación estrictos y una supervisión técnica constante.
Como parte del seguimiento al uso de recursos públicos destinados a la modernización de la Línea Z, la ASF revisó el proyecto denominado “Corrección, pendiente y conexión en la Línea Z del Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec (Veracruz–Oaxaca)”. En esta revisión, el órgano fiscalizador detectó irregularidades administrativas por un monto total de 28.85 millones de pesos.
Entre las principales observaciones destacan pagos en exceso por 8.56 millones de pesos en el contrato FIT-GARMOP-OP-Z-17-2022, derivados de inconsistencias en la integración de matrices de precios unitarios de diversos conceptos de obra. Además, se identificaron ajustes de costos que no contaban con evidencia técnica suficiente en las bitácoras de obra ni en los generadores correspondientes.
Estas observaciones dieron origen a pliegos en los que la ASF presume un posible daño al erario, sujeto a los procesos de aclaración o reintegro que marca la normatividad vigente.
Documentos oficiales del propio proyecto reconocen que existen secciones de la vía con limitaciones geométricas y operativas, lo que obliga a realizar obras de corrección, mantener una mayor supervisión y aplicar protocolos de operación más estrictos para garantizar condiciones adecuadas de seguridad y funcionamiento.
De acuerdo con la documentación de la rehabilitación ferroviaria, el Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec señaló que en al menos 56 kilómetros de la Línea Z fue necesario realizar trabajos específicos de corrección de curvatura y pendiente, donde se registran curvas de entre 9 y 12 grados y pendientes máximas de hasta 2.2 por ciento. Estas características limitaban la velocidad de los trenes, la capacidad de carga y la eficiencia operativa, lo que motivó la intervención de la infraestructura existente.
La Línea Z ha sido objeto de múltiples procesos de rehabilitación desde su construcción original, debido a la geografía accidentada del Istmo de Tehuantepec, caracterizada por colinas, zonas montañosas y transiciones abruptas de nivel. Informes oficiales reconocen que ciertas secciones del corredor requieren intervenciones técnicas constantes para mantener la operación ferroviaria.
Entre 2020 y 2024, el proyecto del Tren Interoceánico contempló estudios de ingeniería, obras de corrección geométrica y rehabilitación integral de la vía férrea, lo que confirma que la complejidad técnica de estos tramos ya era conocida y documentada por las autoridades responsables. La narrativa oficial señala que las obras buscaban adaptar la infraestructura a trenes más largos y pesados, además de mejorar la continuidad y confiabilidad del servicio.
El descarrilamiento ocurrió en el tramo comprendido entre Nizanda y Chivela, en Oaxaca, una zona donde la vía férrea atraviesa una transición topográfica históricamente compleja. Hasta el momento, las autoridades no han informado si el punto exacto del accidente formaba parte de los segmentos intervenidos con obras de corrección de curvatura y pendiente, ni si contaba con restricciones operativas adicionales, como límites específicos de velocidad o protocolos especiales de circulación.
Pese a las observaciones administrativas, autoridades federales han destacado avances operativos del proyecto. Durante 2023 y 2024, la Secretaría de Marina y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec informaron sobre la conclusión de la rehabilitación principal de la Línea Z y el inicio de operaciones de trenes de carga y pasajeros, incluyendo servicios piloto.
