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Así va Maquiaelba

Superiberia

En unas semanas será ya un año de la detención de Maquiaelba. La ex líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) se encuentra hoy en el Penal de Tepepan. Ya sin sus bolsas Prada, usando un uniforme que lejos, muy lejos está de los tweed Chanel que tanto le gustaban y por los que también tanto pagó. Igual, muy atrás han quedado las millonarias casas en San Diego o su famoso penthouse de Polanco.

El 26 de febrero de 2013 nos sorprendió la detención de Gordillo en el Aeropuerto de Toluca: “La maestra, la vitalicia, la de la influenza y de las influencias, la del sindicato, la de las cuotas; la de los mil y un maestros, mil y una jugadas, la de las mil y una caras, literales y figuradas; la despiadada, la amiga y enemiga de todos y de ninguno, la autoproclamada guerrera, la autoproclamada invencible, la autoproclamada perpetua…”, como decíamos aquí al día siguiente de su captura. Y es que fueron tantos años y tantos daños.

Lo cierto es que, así como fue un golpazo que pensamos que no veríamos jamás, también es uno que ha costado mucho sostener. Si bien a bote pronto no hay dudas sobre las actividades ilícitas que realizó la maestra a lo largo de años y que se aprecian en el derroche del que hizo su estilo de vida, pues la suma de dinero que se encontró en sus varias cuentas asciende a dos mil 600 millones de pesos, todos procedentes de las cuentas del SNTE, lo cierto es que también el proceso ha estado bacheado,  incluso nos hemos encontrado con sustos que dan pie a pensar que el caso podría caerse y que podríamos ver de nuevo a Maquiaelba de compras en Neiman Marcus.

No ha sido así por su enfermedad y el que parece ser un expediente mejor armado que en casos anteriores. Apenas días antes de que terminara el año, se resolvió la última de las varias apelaciones interpuestas por la defensa de Maquiaelba. En ella se impugnaba la orden de formal prisión por el delito de defraudación fiscal equiparable calificada. O sea, no sale.

Era ésta su última esperanza para echar atrás el procedimiento que inició casi al mismo tiempo del sexenio. Las estrategias que ha utilizado la defensa para evitar a toda costa la presencia de Gordillo tras la rejilla de prácticas -en la que sólo la hemos visto una vez- lo único que han provocado es que la llegada de una sentencia se postergue.

Es evidente que tiempo es a lo único que aspiran por ahora. En menos de un mes, el próximo 5 de febrero, Maquiaelba cumplirá 69 años. Le faltarían 12 meses más para los 70 y, según se escribe en las leyes, podría entonces solicitar arresto domiciliario que, dadas las condiciones de salud que la mandaron a Tepepan, no es un mal destino. ¡Porque claro, todo el proceso lo viviría desde la comodidad de su hogar!

Este caso en particular deberá resolverse para bien de las autoridades que hicieron la detención. Y es que ni ellos mismos podrían perdonarse que Maquiaelba recobre su libertad gracias a un expediente mal armado y a un proceso viciado. Nadie espera que ese sea el desenlace, así que mientras ese tiempo llega y su defensa intenta postergar cualquier sentencia, Maquiaelba cumplirá ya casi un año detenida, que para el caso, sí es un escenario en el que jamás se imaginó.

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