El Athletic de Bilbao sufrió un revés doloroso este jueves en San Mamés al caer 0-3 ante el Manchester United en la ida de las semifinales de la Europa League. Con este resultado, los ‘Leones’ necesitarán una remontada épica en Old Trafford para mantener viva la esperanza de disputar la final en casa.
El sueño de levantar su primer título europeo en su propio estadio parece esfumarse tras un partido que comenzó cuesta arriba desde el minuto 30, cuando el brasileño Casemiro abrió el marcador para los ingleses. Siete minutos después, una jugada clave cambiaría por completo el rumbo del partido: Dani Vivian fue expulsado tras revisión del VAR y Bruno Fernandes no perdonó desde el punto penal.
El portugués aumentó la ventaja justo antes del descanso con un gol tras una gran asistencia del uruguayo Manuel Ugarte, dejando al Athletic tocado y con pocas respuestas. Pese a la presión de los locales y el empuje de su afición, el segundo tiempo fue un monólogo del United, que incluso estrelló dos balones en el poste y tuvo un gol anulado a Alejandro Garnacho.
Final europea en casa… ¿sólo un sueño?
El objetivo era claro: alcanzar la gran final del 21 de mayo en San Mamés, un hecho histórico para el club y su afición. Pero tras esta dura derrota, esa ilusión se ve ahora como una quimera. La escuadra de Ernesto Valverde tendrá que superar no solo el marcador adverso, sino también el peso de la historia y un ambiente hostil en Mánchester.
El derbi vasco, una prueba mental y emocional
El Athletic no tiene tiempo para lamentos. Este domingo visita a la Real Sociedad en un derbi vasco crucial en su lucha por clasificar a la próxima Champions League. Ese encuentro podría ser vital para recuperar confianza antes de la batalla en Old Trafford el jueves siguiente.
Heridos pero no vencidos, los bilbaínos necesitan aferrarse a su historia de lucha y orgullo. Una hazaña europea aún es posible, pero el margen de error se ha esfumado.
