de la redacción
el buen tono
CÓRDOBA.- Comerciantes de Córdoba enfrentan una nueva ola de extorsión: delincuentes independientes cobran “piso” sin vincularse abiertamente a grupos organizados. Estos sujetos llegan con listas, exigen pagos en efectivo y advierten que es “por seguridad”, sembrando terror entre los vendedores. “Te dicen que es mejor pagar para evitar problemas. No sabemos quién está detrás”, relata una comerciante del centro.
La situación refleja la incapacidad del capitán de corbeta, Enrique Morales Tolentino, responsable de la seguridad en la ciudad. Preocupado sólo por hacerse cargo de la protección para el alcalde Juan Martínez Flores y el impugnado alcalde electo Manuel Alonso Cerezo, mientras que los delitos de alto impacto —como ejecuciones— van en aumento. El surgimiento de estas células extorsionadoras sugiere una ruptura del control criminal tradicional, generando caos e impunidad. A la par, el gobierno municipal sigue cobrando permisos y refrendos sin brindar seguridad. “Nos exigen pagos oficiales, pero ignoran a quienes nos extorsionan. ¿A quién acudimos?”, denuncia un locatario del Mercado Revolución. La falta de acción ante el problema ha alimentado rumores: desde disputas entre grupos de la delincuencia organizada hasta una descomposición total del orden.
El silencio de las autoridades ha exacerbado la desconfianza. Ni la Marina ni el ayuntamiento han implementado estrategias claras contra la extorsión, dejando a la población entre el miedo y la indefensión. Mientras tanto, los cobros ilegales se normalizan, y nadie responde por la ola de violencia que amenaza la economía local.
