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Texas, EE.UU.- Las autoridades estadounidenses confirmaron este domingo que la cifra de víctimas mortales por las intensas inundaciones que azotan el centro-sur del estado de Texas aumentó a 68 personas, en una de las peores tragedias climáticas registradas en la región en los últimos años.
De acuerdo con reportes oficiales, 59 de los fallecimientos ocurrieron en el condado de Kerr, donde el desbordamiento de ríos y arroyos arrasó viviendas, vehículos y caminos. De manera especialmente trágica, se informó que 21 de las víctimas eran niños, muchos de los cuales fueron sorprendidos por la fuerza del agua mientras se encontraban en casa con sus familias.
Equipos de emergencia federales, estatales y locales continúan desplegados en las zonas afectadas, realizando labores de búsqueda y rescate. Hasta el momento, se desconoce el número exacto de personas desaparecidas, aunque se estima que podrían ser decenas, ya que muchas comunidades quedaron incomunicadas debido a los daños en la infraestructura.
“Es una devastación que no habíamos visto en décadas. Nuestros corazones están con todas las familias que han perdido a sus seres queridos”, expresó el gobernador del estado en un mensaje dirigido a la población.
Las inundaciones fueron provocadas por lluvias torrenciales que comenzaron a principios de semana y que han persistido, saturando los suelos y provocando el colapso de sistemas de drenaje. El Servicio Meteorológico Nacional emitió alertas por nuevas precipitaciones en la zona, lo que complica aún más las labores de auxilio.
Las autoridades han habilitado albergues temporales para los desplazados y se han desplegado unidades de la Guardia Nacional para apoyar en la logística y atención de damnificados.
