Ada Rosas
EL BUEN TONO
Córdoba.- El autismo no es una enfermedad, sino una condición neurobiológica que forma parte del Trastorno del Espectro Autista (TEA), y no existe cura. Susana de la Fuente, presidenta de la Asociación Asperger Autismo México A.C., explicó que se manifiesta desde el nacimiento y afecta principalmente la interacción social y la comunicación de quienes lo presentan.
A pesar de declaraciones recientes en Estados Unidos que relacionaban el uso de paracetamol durante el embarazo con el autismo, no existe evidencia científica que respalde esta asociación. “No hay una relación directa y clara entre el consumo de acetaminofén en el embarazo y que un hijo nazca con autismo”, indicó De la Fuente, quien también descartó cualquier vínculo entre vacunas, como la triple viral, y el trastorno.
El diagnóstico del autismo se realiza mediante evaluaciones clínicas y pruebas estandarizadas, aplicadas por especialistas en neuropediatría, psiquiatría, neurología o psicología. Entre los criterios utilizados se encuentran los manuales DSM-5 y CE11 de la Organización Mundial de la Salud. Gracias a estas herramientas, es posible identificar la condición desde los primeros meses de vida.
Los síntomas más frecuentes incluyen retraso en el desarrollo del habla, dificultad para iniciar y mantener conversaciones, lenguaje repetitivo, patrones de interés restringidos, inflexibilidad ante rutinas y juegos imitativos limitados. La intervención temprana con terapias de apoyo permite mejorar habilidades sociales, sensoriales y de comunicación, dependiendo del nivel de apoyo que cada persona requiera.
El autismo también tiene un componente hereditario importante. “La carga genética es muy fuerte y sí es hereditario. Si una persona con autismo decide tener hijos, las posibilidades de que su pequeño presente autismo son altas”, señaló De la Fuente, enfatizando la necesidad de información precisa para combatir estigmas y rumores sobre la condición.
