
De la redacción
El Buen Tono
Orizaba.- La muerte del canguro “Skippy” en el zoológico municipal no fue un caso aislado: un mono araña falleció el 27 de abril, sumándose a la cría de conejo devorada por cuyos el mismo día, por lo que otros casos podrían estar ocultos, según denuncias ciudadanas.
Mientras el ayuntamiento de Juan Manuel Diez Francos evade responsabilidades, la Profepa inició una inspección para evaluar las condiciones de encierro y maltrato en la Unidad de Manejo Ambiental (UMA) del Paseo del Río.
Usuarios de redes sociales y defensores de animales se manifestaron en contra de las pésimas condiciones en las que sobreviven tigres, leones, leopardos y avestruces.
Es decir, espacios reducidos que generan estrés y agresividad entre los animales, falta de climatización adecuada, provocando enfermedades dermatológicas visibles, y cuidados deficientes, según testimonios.
“Muchos tienen hongos, se lastiman entre ellos. Diez Francos prioriza el turismo sobre su bienestar”, denunció Leticia Vázquez, mientras circulan fotos de ejemplares con heridas y pelaje deteriorado.
El canguro Skippy murió bajo circunstancias no aclaradas, pues el ayuntamiento alegó un “ataque externo”, pero ciudadanos exigen pruebas. “Si mintieron con esto, ¿qué más ocultan?”, cuestionó Karen Castillo. El mono araña fallecido en abril tampoco tuvo explicación oficial, lo que aumenta las sospechas de manejo opaco en la UMA.
La dependencia federal llegó al zoológico tras la presión social, pero su lentitud para actuar preocupa, pues en 2021, ya se habían reportado irregularidades en la UMA, sin sanciones contundentes, por lo que activistas acusaron que las inspecciones son “simuladas”, pues las condiciones no mejoraron. Moisés Chávez, otro crítico, resumió el enojo ciudadano: “Si no cuidan a la gente, menos a los animales”.
