


Tinta Ácida
El Buen Tono
Córdoba, Ver. — La remodelación de banquetas terminó en burla para los ciudadanos luego de que circulara en redes sociales la imagen de un vendedor de elotes que estacionó su motocicleta adaptada con triciclo sobre una de las nuevas aceras. La obra del llamado “Renacimiento” mostró que no resolvió los problemas de movilidad en el centro de la ciudad.
El alcalde Juan Martínez Flores fue señalado por haber destinado recursos públicos a un proyecto que no cumplió con su función. Lejos de mejorar la vialidad, las banquetas más anchas solo sirvieron para dar espacio a vendedores ambulantes y para que estacionamientos privados siguieran beneficiándose con las cuotas que cobran.
Ciudadanos recordaron que el tráfico en el primer cuadro se convirtió en un verdadero caos. Aseguraron que la administración municipal ignoró la necesidad de áreas públicas gratuitas y privilegió a negocios particulares, mientras los peatones y automovilistas padecieron la falta de organización.
La imagen del triciclo sobre la banqueta recién remodelada fue tomada como ejemplo del fracaso de la obra. Para los habitantes quedó claro que el gasto millonario no aportó orden ni beneficios reales, sino más desorden y molestia en una ciudad que ya sufría de problemas de tránsito.
En los hechos, la ampliación de banquetas se convirtió en un cobro de piso del propio Ayuntamiento, que ahora utiliza el espacio público como negocio en lugar de garantizarlo para los ciudadanos.


