


De la redacción
El Buen Tono
Nueva York.– Con tintes de clásico y un duelo de pitcheo de la vieja escuela, los Red Sox de Boston firmaron una remontada clave en el Juego 1 de la Serie de Comodines frente a los Yankees de Nueva York, imponiéndose 3-1 la noche del martes en el Yankee Stadium.
Garrett Crochet fue la figura desde la loma, lanzando hasta la octava entrada con 11 ponches y dominando a la ofensiva rival pese a un cuadrangular solitario de Anthony Volpe en el tercer inning. Tras ese batazo, el zurdo retiró a 17 bateadores consecutivos para mantener con vida a su equipo.
El partido se inclinó en el séptimo episodio, cuando Masataka Yoshida, quien salió desde la banca, conectó un sencillo productor de dos carreras que volteó el marcador 2-1 frente al relevo de Luke Weaver.
Aroldis Chapman se encargó del cierre con dramatismo. El cubano ingresó desde la octava entrada y, con las bases llenas en la novena, sofocó el intento de rebelión de los Yankees con su recta de poder: ponchó a Giancarlo Stanton, obligó a Jazz Chisholm Jr. a elevar al derecho y volvió a recetar chocolate a Trent Grisham, firmando un rescate de 4 outs.
La carrera del seguro llegó en la octava, gracias a un sencillo de Trevor Story y un doble de Alex Bregman, quien volvió a encender la rivalidad con Nueva York tras su historial de postemporada con los Astros.
Los Red Sox, que dominaron la serie particular 9-4 en temporada regular, sumaron su décima victoria del año sobre los Yankees y los dejaron contra la pared, obligados a ganar el Juego 2 programado este miércoles a las 6:08 PM (hora del Este) si quieren extender la serie.

