De la Redacción
El Buen Tono
Córdoba.- Sin haber asumido legalmente el cargo, el impugnado Manuel Alonso Cerezo, alias el lavador del crimen organizado y líder del cártel inmobiliario, ya opera desde las sombras para beneficiar a su empresa Trabal, usada para lavar dinero junto con su socio Luis Abella. Su objetivo es el relleno sanitario regional de Nogales, donde más de 50 municipios depositan sus desechos.
El conflicto estalló este martes cuando más de 50 camiones de sindicatos locales (CROC, CATEM y CTM) se movilizaron en protesta, tras la intención de desplazar a los transportistas veracruzanos para imponer hasta 50 tráileres foráneos ligados a Trabal bajo una supuesta “renovación de servicios”, hecho que en evidencia busca monopolizar el acarreo de basura a costa del empleo local.
La operación fue dirigida por el ingeniero Guillermo “N”, presunto administrador del sitio, quien ha hecho oídos sordos a los llamados al diálogo. Testimonios de los propios transportistas lo señalan como operador de los intereses empresariales del impugnado y su círculo de socios, incluyendo al diputado federal Zenyazen Escobar y al ex procurador del Medio Ambiente, Sergio Rodríguez Cortés, quienes estarían vinculados a la propiedad del terreno.
Los sindicatos rechazan estar bloqueando el acceso, como falsamente se ha intentado difundir. Su exigencia es clara: ser contratados en su región, donde por años han trabajado legal y legítimamente.
Esta intentona es apenas un adelanto del tipo de gobierno que pretende instaurar Manuel Alonso: uno donde se prioriza el beneficio de su red de negocios y socios políticos por encima del bien común. Un gobierno en el que ya se anticipa el desplazamiento de los veracruzanos para favorecer a empresas fachada y operadores que se reparten contratos como botín.
