De la Redacción
El Buen Tono
Córdoba.- La cabalgata conmemorativa de los Tratados de Córdoba dejó este año una estela de estiércol a lo largo del Camino Real, desde Palotal hasta el Centro Histórico. Decenas de jinetes participaron en el evento, mientras sus caballos cubrieron las calles con heces, lo que generó molestia entre vecinos y comerciantes de la zona.
La carga adicional de trabajo recayó, como es habitual, sobre las empleadas de Limpia Pública del municipio de Córdoba, consideradas las peor pagadas de la administración del Gobierno del “Renacimiento” y quienes, una vez más, tuvieron que enfrentar las consecuencias del espectáculo. Este evento ecuestre, publicitado como una tradición de orgullo local, contrasta con la falta de productividad legislativa de su organizador. Mientras Tress Zilli invierte esfuerzos y recursos públicos en la logística del evento, con apoyo de Seguridad Pública y Protección Civil, su trayectoria como diputado local se ve empañada por la ausencia de iniciativas legislativas relevantes.
La paradoja se profundiza al considerar su papel como empresario del transporte, pues su empresa Línea 8 de Marzo mantiene una polémica modificación en la ruta Trapiche-Centro, que obliga a usuarios a realizar trasbordos forzosos y asumir mayores costos.
