Morena impone a Jorge Huerta pese a un expediente que apesta a impunidad
Córdoba, Ver.- El próximo 1 de enero, Jorge Maximiliano Huerta jurará como regidor segundo del Ayuntamiento. No por méritos, no por votos, sino por decisión cupular del comité municipal de Morena que prefirió ignorar un largo historial de señalamientos que cualquier partido serio hubiera usado para vetarlo de inmediato.
Los hechos que pesan sobre él no son rumores de pasillo: son denuncias documentadas que este medio ha recibido en los últimos meses:
Fraude laboral sistemático
Excolaboradores suyos aseguran, con nombres y fechas, que Huerta los despedía sin liquidación y seguía cobrando sus sueldos ante el partido o el Ayuntamiento. “Nos dejaba sin un peso y él se embolsaba el dinero fantasma”, resume uno de los afectados que aún teme represalias.
Violencia intrafamiliar
Múltiples testimonios lo acusan de haber ejercido violencia física y psicológica contra su propia madre (q.e.p.d.). Las versiones circulan desde hace años dentro del propio Morena, pero fueron silenciadas por quienes hoy lo protegen.
Accidente en estado de ebriedad
En 2023 protagonizó un choque de consecuencias graves: manejaba alcoholizado, lesionó de gravedad a otra persona y nunca enfrentó alcoholímetro ni carpeta de investigación. El expediente se esfumó en cuestión de horas tras intervenciones telefónicas de alto nivel.
Protección política descarada
Su ascenso no responde a trayectoria, sino a la lealtad ciega que guarda con el diputado local Juan Tress Zilly y con el grupo que rodea a Zenyazen Escobar.
Lejos de investigar o deslindarse, la dirigencia municipal de Morena optó por la estrategia del avestruz: minimizar, ignorar y amenazar. Familiares y operadores de Huerta han hostigado a periodistas con llamadas intimidatorias y mensajes velados para que “no saquen basura”.


