


De la Redacción
EL BUEN TONO
Córdoba, Ver.- Bajo el título de “Calles Mágicas”, la administración municipal de Juan Martínez Flores ha perpetrado una de las simulaciones más cínicas y costosas contra el sentido común de los cordobeses. Lo que se promocionó como un proyecto para embellecer la ciudad y mejorar la movilidad peatonal, no es más que un maquillaje grotesco sobre una herida abierta de abandono y desgobierno. Mientras la avenida 4 y calle 5 se adornan con dibujos infantiles, el resto de la infraestructura urbana se desmorona, y la vida de los ciudadanos se pone en riesgo a diario.
Este “arte urbano” no solo representa una burla estética, sino un peligro tangible. Vecinos reportan que el mismo tramo embellecido con colores presenta bloques de concreto hundidos y un pavimento intransitable, un contraste que revela la profundidad del engaño.
Luego de dos macetas destruidas, pues están a media calle, vecinos señalan que la zona es conocida por la proliferación del sexoservicio y la concentración de personas en situación de alcoholismo, problemas sociales que la autoridad ignora por completo, optando por pintar sobre la crisis en lugar de enfrentarla.
Esta farsa se enmarca en un contexto de colapso vial anunciado. La tan promocionada Ley de Movilidad se revela como un fracaso estruendoso. Con más de 500 accidentes registrados en lo que va del año, incluyendo muertes y decenas de lesionados, la política de movilidad es un cadáver institucional.
La estrategia se reduce a unos cuantos agentes insuficientes y charlas en escuelas, mientras el vacío legal para regular motos, responsables de 161 siniestros, expone la negligencia planificada de un gobierno que no gobierna.


