De la redacción
El Buen Tono
En el puerto de Altamira, Tamaulipas, la muerte del capitán de navío Abraham Jeremías Pérez Ramírez ha generado controversia debido a la falta de registros de las cámaras de seguridad en el día de los hechos, el 8 de septiembre de 2025. La empresa encargada del monitoreo había programado mantenimiento ese día, mientras que la firma responsable de la seguridad interna no reportó anomalías ni presentó evidencia de lo ocurrido.
Aunque la Secretaría de Marina comunicó que la muerte fue un suicidio y expresó sus condolencias, fuentes señalan que Pérez Ramírez estaba bajo investigación por presuntos sobornos vinculados a actividades de crimen organizado en la región. El acceso a las grabaciones fue restringido, lo que ha incrementado las dudas sobre la transparencia en torno al caso.
El suceso ocurre en un contexto de investigaciones federales sobre irregularidades en puertos y aduanas, donde altos mandos han sido señalados por corrupción, avivando el debate sobre la seguridad y supervisión en zonas estratégicas del país.


