
En un inesperado giro de los eventos previos a su pelea en Riyadh, Arabia Saudita, el mexicano Saúl ‘Canelo’ Álvarez dejó esperando a aficionados, medios y autoridades que aguardaban su entrenamiento público programado para este miércoles. Mientras las cámaras ya estaban listas para la transmisión en vivo, se anunció que el campeón unificado de los supermedianos no se presentaría debido a un “conflicto en su entrenamiento”.
Aunque el ‘Canelo’ no suele ser partícipe entusiasta de este tipo de eventos, su ausencia generó desconcierto, especialmente al compararse con la actitud de su rival. Según fuentes cercanas, el pugilista tapatío prefirió concentrarse en su hidratación y puesta a punto física para la ceremonia de pesaje del viernes.
Scull se roba la atención… y lanza el reto
El que sí subió al cuadrilátero fue el cubano William Scull, campeón supermediano de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), quien no solo cumplió con el entrenamiento público, sino que lo hizo con determinación y contundencia.
Movimientos ágiles, cintura activa y golpes certeros marcaron la sesión de Scull, quien aprovechó los micrófonos para enviarle un mensaje directo a ‘Canelo’:
“¿Tiene muchos nocauts? Está bien, pero vamos a ver si me puede noquear a mí tan fácil como dice la gente”, lanzó el cubano, desafiante.
Además, Scull reveló sentirse listo para brillar el sábado, asegurando que, aunque fue el último en ser invitado al evento, será él quien se robe el show:
“Así es como son las cosas que pasan en la vida”.
¿Estará ‘Canelo’ a la altura del reto?
Se espera que Álvarez sí se presente a la conferencia de prensa oficial, aunque su ausencia en el entrenamiento público ya encendió las especulaciones. ¿Fue una estrategia para evitar mostrar su preparación? ¿O simplemente priorizó su condición física?
Lo cierto es que el ambiente en Riyadh está más tenso que nunca, con un Scull motivado que promete dar pelea y un ‘Canelo’ que tendrá que demostrar por qué es el campeón unificado del CMB, AMB y OMB.
Este sábado, el cuadrilátero no solo será testigo de golpes, sino también de quién se lleva la corona… y el respeto.
