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Las Vegas.- En una velada que ya se inscribe en la historia del boxeo, Saúl “Canelo” Álvarez sufrió su primera derrota en el peso supermediano frente a un impecable Terence Crawford. Sin embargo, lejos de mostrar desánimo, el tapatío sorprendió con una serenidad que reflejó madurez, perspectiva y un profundo respeto por el deporte.
“Una derrota no me define”, repitió Canelo tras el combate, dejando claro que su legado no depende de un resultado. El campeón mexicano enfatizó que, más allá de los títulos, su mayor triunfo está en su vida personal y en los lazos familiares que lo sostienen.
El respeto hacia su rival fue constante en sus declaraciones: “Todo mi respeto para él. Hice lo que tenía que hacer. Aquí estoy para tomar riesgos, vine a ponerme a prueba y así seguiré”. Con estas palabras, Álvarez reafirmó su filosofía de enfrentarse siempre a los mejores, sin importar el resultado.
El mexicano no cerró la puerta a un segundo enfrentamiento. “Me siento genial al hacerlo con él. Si lo volvemos a hacer, sería grande”, afirmó, dejando abierta la posibilidad de una revancha que podría convertirse en otro momento histórico para el boxeo.
Finalmente, el Canelo destacó la fortaleza de su oponente y la suya propia: “Me siento fuerte, me siento bien, pero él fue un gran peleador y le doy todo el crédito del mundo”. En un deporte donde la arrogancia suele imponerse, el púgil jalisciense envió un poderoso mensaje de humildad y resiliencia, ganándose aún más el respeto del público.
