


Córdoba.- En la recta final de su administración, el alcalde Juan Martínez Flores ha iniciado el cierre de tramos de calles en el centro de Córdoba, como al final de cada administración, para simular obra pública que no realizó durante todo su cuatrienio. El cierre improvisado de calles causa caos vial, afecta a peatones y perjudica a comercios del centro.
Vecinos ven las obras como un intento desesperado por simular trabajo. “Pasó casi tres años y medio sin hacer nada y ahora, de la noche a la mañana, quiere que creamos que está transformando la ciudad”, comentó una locataria. Las obras son inoportunas y de mala calidad, con tramos mal hechos y sin señalización. Especialistas critican que las obras sólo dejan parches mal hechos y denuncian falta de transparencia en los contratos, ejecutados con prisa para justificar recursos antes del cambio de administración.
Una vez más, el gobierno de Juan Martínez demuestra que su prioridad nunca fue el bienestar de los cordobeses, sino la simulación y el maquillaje político. Córdoba cierra con obras mal planeadas y sin resultados, reflejo de una administración improvisada y ausente.
Al final de su administración, el alcalde Juan Martínez Flores además de solamente realizar tramos de calles mal hechas y mal planeadas, ha colocado registros donde no debería, obstruyendo el paso peatonal, a gente con discapacidad, obligándolos en algunos casos a bajarse a la calle exponiendo su vida.
Mientras el impugnado alcalde electo Manuel Alonso no se atreve a criticar el mal desempeño de Juan Martínez, quizás, porque él y su socio Luis Abella han mantenido diversos negocios con la actual administración, pero más allá de su mal desempeño, lo que viene para Córdoba con personajes como Zenyazen Escobar García (Diputado Federal) Juan Tress (Diputado Local) es que sigan manteniendo una cuota de poder dentro de la administración actual y que aumente en la próxima administración, pronosticando inflen la nómina en su máxima expresión.


