


De la Redacción
El Buen Tono
Córdoba.- Sin sanciones por ruido excesivo y con tolerancia a bares fuera de horario, la dirección de Comercio del ayuntamiento de Córdoba ha provocado caos en la ciudad.
La reciente escena de clientes del restaurante Cardona bailando en la calle de madrugada evidencia la falta de control. No es un hecho aislado, sino parte de una política permisiva que ignora los reglamentos y las quejas vecinales.
Mientras el alcalde Juan Martínez Flores presume la afluencia turística en el centro, su administración permite desórdenes nocturnos, contradiciendo la imagen de “Pueblo Mágico”.
Rodolfo Delfín de la Llave, titular de Comercio, admitió que algunos establecimientos rebasan los 90 decibeles, cuando el límite es 68.
Sin embargo, reconoció que no se han aplicado multas, “por ahora no (ha habido) sanciones, multas; hemos solamente ido… ahora es como únicamente un aviso informativo”.
El tema de los horarios es corrupción, dijo que bares deben cerrar a las 2:00 horas, pero dejó abierta la posibilidad de “extensiones de tiempo, siempre y cuando estén en la legalidad”, sin precisar cuántas se han otorgado, generando dudas sobre su transparencia.

