


Tinta Ácida
El Buen Tono
ORIZABA.- Una vez más, la administración de Juan Manuel Diez Francos exhibe su verdadero rostro: el derroche en obras innecesarias cuando en colonias de la periferia de la ciudad carecen de servicios básicos. Esta vez son más de 8 millones 400 mil pesos los que se invierten en el techado de la avenida Madero, una obra que ciudadanos calificaron como un lujo para unos cuantos y un insulto para el resto de la población que vive entre carencias y problemas sin resolver, pese a las solicitudes de obras y rehabilitación de calles en zonas alejadas de la colonia Centro. Las críticas no se hicieron esperar: “8 millones, no pues está cabr…”, escribió un ciudadano en las redes sociales al conocer el costo. Otros fueron más contundentes y señalaron que se trata de un saqueo disfrazado de modernización. Una usuaria en redes lo resumió: “qué carísimo está lo que se roban, como ya se van hay que saquear”.
La ironía popular también hizo eco: “es la nueva zona rosa de Orizaba, muy cerca de la zona roja; falta la zona verde y listo, la zona neoliberal de los de alcurnia”.
Mientras el alcalde se jacta de “embellecer” el centro con obras de relumbrón, la realidad se impone: los animales del Paseo del Río agonizan sin atención, la salud pública sigue relegada y las necesidades de los orizabeños son ignoradas. “El dinero debería invertirse en salvar vidas o en mejorar condiciones, no en banalidades”, reprochó otra persona.
La percepción es clara: Diez Francos gasta en caprichos para su élite mientras mantiene en el abandono a colonias de la ciudad, esas que no aparecen en los folletos turísticos ni en sus discursos de “primer mundo”.

