Ciudad de México.– Miguel Ángel Yunes Márquez volvió a colocarse en el centro de la polémica luego de que ciudadanos lo captaran viajando en primera clase en un vuelo, presuntamente con destino internacional, portando un reloj de alta gama valuado en alrededor de 700 mil pesos, situación que generó una oleada de críticas y señalamientos en redes sociales.
Las imágenes comenzaron a circular ampliamente tras el reciente episodio protagonizado por Yunes Márquez en el Senado, donde arremetió públicamente contra el Partido Acción Nacional y a sus excompañeros, a quienes calificó de corruptos, pese a que durante años él y su familia construyeron su carrera política bajo esas mismas siglas.
Usuarios de redes sociales recordaron que la familia Yunes, integrada por su padre Miguel Ángel Yunes Linares, su hermano Fernando Yunes y el propio Miguel Ángel Yunes Márquez, ocupó cargos clave en Veracruz y a nivel federal, como la gubernatura del estado, las alcaldías de Veracruz y Boca del Río, así como posiciones en el ISSSTE, lo que ha sido objeto de múltiples señalamientos por presuntos actos de corrupción y enriquecimiento desmedido.
Las críticas se intensificaron al recordar el voto emitido por Yunes Márquez el 10 de septiembre de 2024 a favor de la reforma al Poder Judicial, una decisión que fue considerada decisiva y que, según sus detractores, habría servido para proteger a su familia de investigaciones y posibles órdenes de aprehensión relacionadas con presuntas irregularidades cometidas durante sus administraciones en Veracruz.
A más de un año de ese episodio, el rechazo social hacia el senador no ha disminuido. Por el contrario, ciudadanos han continuado confrontándolo y exhibiéndolo públicamente, como ocurrió recientemente con la difusión de fotografías donde se le observa viajando con comodidades de lujo y portando un reloj Audemars Piguet, una de las marcas más exclusivas del mercado.
Para muchos usuarios, estas imágenes contrastan con el discurso político que ha adoptado en los últimos meses y refuerzan la percepción de cinismo e incongruencia, al considerar que disfruta de una vida de privilegios mientras enfrenta cuestionamientos por su pasado político y el de su familia.
El caso de Yunes Márquez sigue generando debate público, evidenciando el desgaste de su imagen y el rechazo persistente de un sector importante de la ciudadanía, que asegura no olvidar las decisiones políticas y los señalamientos que han marcado su trayectoria.
