

AGENCIA
Internacional.- Un iceberg negro, de apariencia inusual y tamaño colosal, ha sido captado por el pescador Hallur Antoniussen en aguas del Atlántico Norte, rompiendo con la imagen clásica de los bloques de hielo blancos y relucientes. La impresionante formación, con una estructura casi poliédrica similar a un diamante flotante, ha generado asombro y numerosas especulaciones.
Con un volumen estimado en tres veces el tamaño de un bungalow, su intenso color negro ha desconcertado incluso a los expertos. Aunque aún no se determina con certeza su origen, algunas hipótesis sugieren que su tono oscuro podría deberse a la compresión de sedimentos antiguos, la presencia de materiales volcánicos o rocosos, e incluso la acumulación de polvo cósmico atrapado durante milenios en los glaciares que lo formaron.
El iceberg no solo ha capturado la atención científica, sino que también ha desatado la imaginación colectiva con teorías que van desde ceniza volcánica endurecida hasta criaturas prehistóricas congeladas en su núcleo.
Por ahora, los investigadores coinciden en que solo una expedición científica directa podría desentrañar sus secretos a través del análisis físico y químico de sus capas. Mientras tanto, este enigmático bloque oscuro continúa su trayecto silencioso por las aguas frías, como un espectro del pasado remoto que navega con elegancia y misterio.
