


Efraín Hernández
El Buen Tono
Carente de carácter y sometido a intereses de grupo, el dirigente estatal de Movimiento Ciudadano, Luis Carbonel Hoz, visitó Córdoba para encabezar un acto que evidenció la manipulación interna del partido. Lejos de buscar unidad, dejó fuera a figuras y alcaldes electos que han sido determinantes en los triunfos recientes, privilegiando únicamente a quienes responden a la línea política de Félix Emilio Sacre Luna.
El evento sirvió como plataforma para afianzar el control de Sacre en la región y allanar el camino para su intervención en Fortín, incluso ignorando el proceso de impugnación que pesa sobre ese municipio. Carbonel optó por evadir estos temas y, en cambio, se dedicó a exaltar a Jacqueline Rodríguez Beristain como “la mejor coordinadora municipal de todo el estado de Veracruz”, un mensaje que relegó a otros comités y liderazgos que han mantenido vivo al partido.
En lugar de atender las denuncias internas, como las señaladas por Samantha Vicenttini en Córdoba, el dirigente estatal apostó por reforzar el cerco político de Sacre, enviando una advertencia velada a la militancia: las voces críticas no tienen cabida y los espacios de decisión están reservados para un reducido grupo de aliados.


