TOMATLÁN.- Los Santos Varones es una tradición que se aprecia en el municipio la noche del Viernes Santo, durante la Procesión del Silencio, los cuales cubiertos del rostro y con túnicas cargan el féretro de Jesús por los distintos barrios.
Una tradición nata de España y desarrollada desde hace más de 50 años en Tomatlán, los “encapuchados” comienzan su presentación durante la celebración de las Siete Palabras.
Ellos descienden a Jesús crucificado y lo postran en un féretro o rígida madera con rosas para realizar la peregrinación del Silencio por las calles del municipio, hasta recorrer casi todos los barrios.
Los Santos Varones, un grupo de hombres del municipio que cada año forman parte de él, cumplen una penitencia, los cuales cubiertos de cabeza a pies y manos trasladan el cuerpo de Jesús ante el altar de la iglesia principal.
El sonido agudo del tambor guía el recorrido, en el cual se encuentran ocho cosas elaboradas de palma verdes donde descansa Jesús para orar por unos segundos.
Detrás del grupo de los Santos Varones las imágenes de María y sus apóstoles son cargados por la multitud de feligreses que van en la Procesión del Silencio.
