

De la Redacción
El Buen Tono
Córdoba.- Para estas elecciones, los guardianes de las urnas podrían estar en el dilema de desertar o apoyar a algún partido político. Mientras Córdoba se sumerge en el periodo de silencio electoral, 6 mil 717 ciudadanos cargan sobre sus hombros la integridad de las elecciones del 1 de julio.
Según datos del INE Distrito Córdoba, 4 mil 53 funcionarios operarán en las 579 casillas judiciales y 2 mil 664 en las 276 municipales. Pero tras el discurso institucional, fuentes extraoficiales revelan un fantasma que recorre los centros de capacitación: la presión política para que deserten el día clave.
Cada Mesa Directiva de Casilla estará integrada por seis voluntarios que conforman el corazón operativo del proceso electoral: presidente, secretario, dos escrutadores y dos suplentes, quienes en conjunto garantizan la transparencia y legalidad de la votación. Estos ciudadanos, capacitados previamente por el INE, asumen la responsabilidad de verificar identidades, supervisar el llenado de boletas, contar los votos y resolver incidencias el día de la elección, convirtiéndose en la primera línea de defensa de la democracia.
Estos 6 mil 717 ciudadanos (52% mujeres, 48% hombres, según datos internos) recibieron capacitación intensiva y simulacros. “Sin ellos, no hay elección”, admitió el vocal ejecutivo durante la presentación técnica. Sin embargo, el INE reconoció sustituciones de última hora: 127 reemplazos en la última semana, según reportes internos filtrados a este medio.
El proceso de votación se ha convertido en un laberinto para los electores, quienes deberán lidiar con 10 boletas diferentes por persona, seis para elecciones judiciales y cuatro para comicios locales, además de instrucciones poco claras, como el sistema de votación por “color de especialidad” en las boletas amarillas. A esto se suma la logística en casillas con capacidad para hasta 2 mil 250 votantes, donde en algunos casos se utilizarán dos urnas simultáneas para agilizar el proceso.
Frente a estos retos, el INE ha reforzado sus protocolos de seguridad. El 98% de las casillas compartirán ubicación para elecciones municipales y judiciales, facilitando el acceso a los votantes. Además, se habilitarán dos casillas especiales en Córdoba: una en la terminal de autobuses y otra en la primaria estatal del centro, pensadas para trabajadores y personas con jornadas extensas. Para ayudar a los ciudadanos a informarse, el INE también puso a disposición la plataforma “Conóceles”, donde se pueden consultar los perfiles de los candidatos.
Sin embargo, más allá de los aspectos técnicos, lo que realmente está en juego es la integridad del sistema electoral. Con 336 mil 707 ciudadanos llamados a decidir 1 mil 54 cargos públicos entre municipales y judiciales, la responsabilidad recae sobre los voluntarios que operarán las casillas. Su capacidad para resistir presiones políticas podría ser determinante no sólo para el resultado de las elecciones, sino para la credibilidad de un sistema democrático que enfrenta crecientes desafíos. La fortaleza de estos funcionarios de casilla será, en última instancia, la prueba de fuego para la transparencia.
