De la Redacción
El Buen Tono
Comapa.- En la recta final de su administración, el alcalde Gabriel Lagunes Jáuregui deja sin agua a Comapa: cortes masivos, aumento injustificado y arbitrario en las tarifas y una red de abastecimiento en abandono.
Desde el pasado lunes 5 de agosto, el Ayuntamiento ordenó la suspensión del servicio a todos los usuarios con pagos pendientes, bajo el argumento de “poner orden” en la cartera vencida. Sin contemplaciones ni prórrogas, personal del área de Agua Potable inició los cortes, llevando consigo listas negras y recibos para cobrar en el momento.
Lo grave no es solo el corte, sino el contexto: una administración que prometió agua accesible, constante y de calidad, pero que entrega un sistema colapsado, sin mantenimiento preventivo, operando con infraestructura vieja y con tarifas que pasaron de 300 a 900 pesos anuales.
Además, de acuerdo con la Cuenta Pública, el municipio destinó cerca de 3 millones de pesos al rubro de agua potable y saneamiento. Sin embargo, los resultados son nulos: hay comunidades que siguen sin abasto regular, mientras que otras enfrentan cobros excesivos por un servicio deficiente.
La alcaldesa electa, Nora Jessica Lagunes Jáuregui —hermana del actual presidente— mejor se ha quedado callada ante esta situación, pese a que durante su campaña hizo compromisos en materia de agua.
Su única presencia visible está en redes sociales, pero no en las calles ni en los problemas reales y graves que enfrenta el municipio.
