De la Redacción
El Buen Tono
La Perla.- Cientos de fieles guadalupanos de este municipio, así como visitantes y personas de localidades vecinas, se congregaron ayer en la parroquia de Santa María de Guadalupe, recinto que adornaron con miles de flores y una gran cantidad de frutos.
Ante hubo un recorrido que inició en La Palma y continuó hasta el templo ubicado en la cabecera municipal, donde se extendieron coloridos tapetes de aserrín que marcaron el camino de la procesión.
A lo largo de este trayecto, de un kilómetro y con calles en pendiente, los participantes caminaron acompañados por el obispo de la Diócesis de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino; el sacerdote del lugar, Clemente Martínez, entre otros representantes religiosos.
Decenas de familias llevaron a sus hijos ataviados como “inditos”, mientras que algunas niñas lucieron trajes inspirados en la Virgen María.
En la procesión también marcharon seminaristas y adultos, en medio del estruendo festivo de cohetes que encendieron en cada cuadra.
Al arribar al templo, la multitud se detuvo a la espera de que se abrieran las puertas para ingresar cantando “Las Mañanitas”.
Dentro del edificio religioso, la vista estaba colmada por una abundante ornamentación floral y por racimos de uvas y manzanas suspendidos del techo en honor a la Virgen Morena.
Afuera, una banda musical interpretaba “Las Mañanitas” y otras piezas para ambientar la celebración de año con año.
Al finalizar la misa, los asistentes compartieron un enorme pastel de más de tres metros de longitud, que alcanzó para todos indicaron organizadores del evento.
De esta manera, los creyentes celebraron una vez más a la Virgen de Guadalupe.


