Córdoba.- Entre juegos, cantos y divertidas actividades, las alumnas de la escuela primaria Ana Francisca de Irivas, “Mascarón”, celebraron ayer el Día del Padre.
Aunque el festejo se adelantó a la fecha marcada en el calendario, padres e hijas disfrutaron de una mañana sin igual, donde los sentimientos estuvieron a flor de piel.
Muchas veces, el padre se encuentra distante de los hogares, pues es el principal proveedor de la comida, calzado y demás necesidades de la familia, por ello, tiene que alejarse constantemente de sus seres queridos, pero no por eso se le deja de querer y añorar verle llegar cada noche.
Bajo las líneas de “Hoy tengo que decirte papá, que te quiero más que a nadie, estaremos siempre juntos”, entonadas por todas las niñas asistentes, inició la celebración, en donde no faltaron los juegos y bailes que pusieron a todos los padres a sudar la gota gorda, sin dejar de disfrutar del evento.
Como en todo festejo, no faltó el momento en que se pasó de la risa al llanto, pues al realizar una dinámica de abrazos con sus hijas, el sentirse juntos padre e hija, hizo que algunos desbordaran el llanto.
No obstante, las lágrimas no fueron de tristeza, sino de felicidad ante el cúmulo de sentimientos que hicieron el momento inolvidable.
Al finalizar la celebración, los asistentes recibieron un presente de manos de sus hijas, y degustaron un refrigerio organizado por la sociedad de padres de familia, docentes y directivos del plantel.
Yessica Martínez Argüelles
El Buen Tono
