Agencias
Italia.- En el Gran Premio de Emilia-Romagna celebrado en Imola, el piloto mexicano Sergio “Checo” Pérez experimentó algunos inconvenientes durante la carrera.
En la vuelta 18 del Gran Premio de Emilia-Romagna en Imola, Sergio “Checo” Pérez se salió del trazado y quedó atrapado en la grava, lo que tuvo un impacto negativo en su desempeño durante la carrera.
El piloto mexicano explicó que esta salida se debió a que estaba ajustando el balance de frenos de su monoplaza, ya que experimentaba un exceso de subviraje en la parte trasera, posiblemente influenciado por el tipo de neumáticos duros que había montado en ese momento.
A pesar de haber iniciado la temporada con buenos resultados, Pérez enfrentó dificultades desde los entrenamientos libres en Imola, donde no logró encontrar la velocidad necesaria para asegurar un lugar entre los diez primeros en la clasificación. En la sesión de clasificación, “Checo” no pudo avanzar a la Q3 y tuvo que conformarse con partir desde la undécima posición en la parrilla de salida.
Durante la carrera, el piloto de Red Bull Racing no logró remontar posiciones significativas y finalizó en el octavo lugar, lejos de los puestos de vanguardia. Pérez admitió que hubo complicaciones en la preparación del auto para la clasificación y que no pudo utilizar neumáticos nuevos en su primer intento en la Q2, lo que limitó su capacidad para mejorar su tiempo y avanzar a la siguiente ronda.
A pesar de las adversidades, “Chec”o Pérez mantuvo una actitud optimista y señaló que en el circuito de Imola resulta especialmente complicado realizar adelantamientos debido a su diseño técnico y a las estrechas condiciones de la pista. La experiencia en esta carrera le brindó aprendizajes valiosos que seguramente aplicará en las siguientes competencias para seguir mejorando y alcanzar resultados más destacados en el campeonato.
