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‘Chicatanas de las montañas’: Las hormigas más esperadas por la población

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De la Redacción

EL BUEN TONO

Regional.- Zongolica, Coscomatepec, Tequila, Huatusco y otros municipios de la zona montañosa central de Veracruz mantienen viva una tradición ancestral: La recolección y consumo de las llamadas chicatanas, las reinas de las hormigas arrieras.

En las altas montañas del centro de Veracruz, la llegada de las primeras lluvias de verano marca más que el inicio de la temporada agrícola: También anuncia la esperada “cacería” de hormigas reinas. En municipios como Zongolica, Tequila, Soledad Atzompa, Coscomatepec, Ixhuatlán del Café, Huatusco y La Perla, los habitantes practican una peculiar tradición gastronómica que ha sido parte de su cultura por generaciones: Comer chicatanas, las reinas aladas de la especie Atta mexicana, mejor conocidas como hormigas arrieras.

Estas hormigas, también llamadas “podadoras”, son famosas por sus impresionantes nidos subterráneos que pueden extenderse hasta 80 metros de ancho y profundizarse 5 metros bajo tierra, con una sola entrada visible de apenas 8 o 9 centímetros. Sus colonias pueden durar hasta 30 años y están formadas por miles de obreras que recolectan hojas para cultivar hongos, su principal fuente de alimento.

Las chicatanas son las reinas de esta especie. Tienen un color café oscuro cobrizo, miden hasta 2.5 cm y, junto a los machos conocidos como “mionas”, alzan el vuelo durante el ritual de apareamiento conocido como vuelo nupcial, que ocurre entre mayo y julio al amanecer. Después del apareamiento en el aire, las reinas caen al suelo y se entierran para formar nuevas colonias.

Pero no todas llegan a

cumplir su destino biológico

Aves, murciélagos… y humanos aprovechan el momento para capturarlas. En los pueblos veracruzanos, la gente madruga para atraparlas, sobre todo durante las primeras lluvias. Algunas se tuestan, otras se muelen en molcajete con chile y ajo para preparar salsas tradicionales, y en algunos casos son consideradas delicadezas exóticas por su sabor intenso y su valor nutricional.

El nombre “chicatana” proviene del náhuatl tzicatl (trasero) y azcatl (hormiga), haciendo referencia a su abultado abdomen. Además de su uso culinario, son consideradas un alimento de temporada, rico en proteínas y parte del patrimonio cultural de muchas comunidades nahuas.

Hoy, mientras la modernidad alcanza hasta los rincones más apartados de Veracruz, esta costumbre milenaria se mantiene viva, con los habitantes convertidos, por unas semanas al año, en auténticos “regicidas de las montañas”, cazadores de hormigas reinas que celebran una comunión entre la naturaleza, la tradición y el sabor.

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