Juan López
El Buen Tono
Región.– La elección municipal del pasado domingo no fue limpia ni imparcial en los municipios de Córdoba y Fortín, donde operaron estructuras institucionales a favor de Morena con la complicidad de autoridades electorales, denunció Manuel Molina Gómez, presidente del Centro de Investigación, Difusión e Implementación sobre Asociaciones Civiles (CIDIAC).
Según el activista, en ambos municipios se configuró una “elección de Estado”, donde las administraciones municipales encabezadas por Juan Martínez Flores en Córdoba y Gerardo Rosales Victoria en Fortín, así como la Secretaría del Bienestar, actuaron de manera descarada para beneficiar al partido oficial.
“El que hace la trampa, no la consiente después”, señaló Molina Gómez, al recalcar que, si bien Morena está en su derecho de impugnar los resultados donde perdió, como en Fortín, debe reconocerse que también incurrió en múltiples irregularidades, por las cuales ahora pretende tapar el desfalco que dejará la administración saliente.
En el caso de Fortín, afirmó que hubo intervención directa del Ayuntamiento y de operadores federales; sin embargo, el intento de imponer al candidato oficialista fracasó. El presidente del CIDIAC consideró que la impugnación presentada por Morena es “una simulación”, cuyo verdadero propósito es adelantar los tiempos de entrega-recepción para encubrir el desvío millonario que dejará la gestión de Rosales Victoria.
En contraste, en Córdoba la maniobra sí dio resultado. “Aquí ganaron con trampa y descaro. Operaron regidores, todas las áreas del Ayuntamiento, y hasta los parquímetros, el día de la elección, estuvieron al servicio de Morena”, denunció. Pese a la gravedad de los hechos, acusó que el INE y el OPLE actuaron con complacencia, al no sancionar ni frenar las irregularidades.
